El principio de prevención ha ocupado un lugar prioritario en el ordenamiento jurídico comunitario desde que en 1986 la política europea de medio ambiente fue incluida en los Tratados. Desde entonces, la consideración de la prevención como principio prioritario se ha ido trasladando sin excepción a todos los sectores ambientales y muy particularmente al de los residuos.
Por prevención se entienden las medidas adoptadas antes de que una sustancia, material o producto se haya convertido en residuo, para reducir:











