La fragmentación y dispersión que caracterizan la generación del aceite usado en España (derivada, como se ha citado en el apartado ‘Generación’, tanto de la distribución geográfica de la población como de la variedad de las actividades económicas donde se genera), unida a su peligrosidad como residuo hace necesaria la aplicación de un mecanismo logístico-financiero que asegure la recogida de la totalidad del residuo donde se produzca, incluso en puntos lejanos donde se genera poca cantidad de aceite usado, y en los que, claramente, no compensaría recoger el residuo de no existir una financiación externa como la que provee SIGAUS.
Gracias a la financiación que SIGAUS aporta a su red de gestores, y a la amplitud de ésta, quedan cubiertos los déficits de explotación de la actividad de recogida, asegurando un servicio universal de gran capilaridad, capaz de adaptarse a la atomización del tejido generador de los aceites usados, prestando servicio en zonas rurales, poco pobladas, distantes y/o de escasa actividad económica. Zonas en las que, en otro escenario, el riesgo de no gestión del aceite usado sería muy alto.





